De: owner-escepticos@dis.ulpgc.es en nombre de Francisco Mercader Rubio [fmercader@arrakis.es]Enviado: miércoles, 05 de agosto de 1998 1:09

Asunto: Y yo que ni quiero a mi patria... por que no la tengo.

[Pedro Luis Gomez Barrondo, citando a Berkowitz]
> "Concluyendo: esta teoría ecléctica, la más actual, se inclina e interpreta, en parte, la agresividad humana como un proceso fisiológico innato (todavía no explicado en sus bases endocrinas y neuronales) que por ello mismo sólo se atreve a definir como <<disponibilidad potencial del organismo>>; añadiendo a continuación que esa disposición innata necesita indispensablemente ser activada por instigadores externos, los cuales adquieren su poder de detonadores gracias a aprendizaje socio-cultural; al mismo tiempo, determinados estímulos ambientales, también asociados por aprendizaje a las emociones hostiles, facilitan o inhiben la expresión abierta de conductas agresivas empíricamente observables. Se trata, pues, de una interacción muy dinámica entre tres factores: la disposición innata del organismo a agredir, el instigador exógeno que activa tal disponibilidad y los estímulos ambientales que fomentan o inhiben la expresión abierta de actos agresivos (según la forma en que estos hayan sido aprendidos)."

[Mercader]
Brillante definición de Berkowitz que flaquea, a mi juicio, en un punto: el de suponer que "esa disposición innata necesita, indispensablemente, ser activada por instigadores externos, los cuales....."

Hay ejemplos de personas que evidencian no necesitar ningún tipo de catalizador para dispararse los fines de semana y desahogarse rompiendo cuanto pillan por delante. Las supuestas razones políticas o reivindicativas sólo son las excusas ocasionales, que pueden ser sustituidas por el partido del domingo, por la caza del conejo o por las peleas de perros en garajes escondidos.

Mi interpretación es que hay gran número de personas dotadas de un excedente de agresividad, procedente de las estrategias de supervivencia en la sabana, pero que se encaja mal con las actuales estructuras sociales, demasiado recientes para que se haya adaptado a ellas el homo sapiens con su porra.

Saludos.