De: owner-escepticos@dis.ulpgc.es en nombre de Francisco Mercader Rubio [fmercader@arrakis.es]Enviado: jueves, 11 de junio de 1998 17:06

Asunto: [escepticos] Minoria esceptica.

[Alguien preguntó]
¿Porqué los escépticos somos minoría?

[Pique, E.]
Pues yo diria que porque el pensamiento cientifico es muy artificial, mientras que el supersticioso es la manera natural de pensar. Fijate sino en la historia: siempre ha existido el pensamiento supersticioso como forma de explicar la realidad (religiones, chamanes, etc...), mientras que el metodo cientifico no se desarrolla hasta hace 300 anyos

[Mercader]
También creo yo que el pensamiento supersticioso es la manera natural de pensar; sólo hay que considerar que la pregunta que nos hacían "¿Por qué los escépticos somos minoría?" contiene ya el dato revelador. Somos minoría y seguiremos siéndolo, seguramente porque la humanidad se encuentra más cómoda y reconfortada en el mito que en la tremenda responsabilidad de tener que decidir el propio comportamiento ético.

Imagino que, probablemente, dos características opuestas; a saber: ser descendientes de especies sociales organizadas según esquemas jerárquicos y, por otra parte, nuestra capacidad típicamente humana para la imaginación desbordada -que, por otra parte, nos ha venido tan bien para el vertiginoso desarrollo cultural- se han aliado en curiosa combinación para dar origen al mundo mítico, en el que se subliman nuestras necesidades de sentirnos parte de una cómoda pirámide en cuya cúspide se halle el ser más sabio, más poderoso y más de todo. Bastó para que alguien se vistiera con plumas y lanzase, a cambio de suculentos presentes, el primer discursito anunciando gratis, una buena vida eterna, un puñado de huríes o, simplemente, el fin del hambre que uno había pasado en este mundo, para que las hordas se apuntasen a la falacia religiosa, que promete tanto y que dura ya tantos siglos, en sus diversas versiones.

Por tanto, pareciendo que la predisposición a la credulidad está firmemente inscrita en el diseño, veo muy crudo que el ser humano, en su mayoría, vaya entrando por la senda de la racionalidad. Pero escépticos míos, no os aflijáis: Cuantos menos seamos, a más tocamos.

Saludos.