De: owner-escepticos@dis.ulpgc.es en nombre de Francisco Mercader Rubio

[fmercader@arrakis.es]Enviado: miércoles, 22 de julio de 1998 19:11

Asunto: [escepticos] Einstein 1 - Newton 0

[Pedro J.]
> Sin ir más lejos creo que personalmente fui sometido en la universidad a unas dosis extremas de cálculo matemático donde los profesores solían pararse pocas veces para recapacitar sobre el modelo físico, las aproximaciones que se hacían, etc. La razón de ello es simple. Calcular es fácil, lo difícil es entender. El cálculo es obviamente importante, pero primero hay que conseguir que la gente entienda cualitativamente las cosas.

[Mig]
Luego, viene la materia que solo "ve" el presente, pero la materia consigue organizarse cada vez mas (como dices, mamiferos etc) y cada vez que se organiza, consigue "penetrar" mas en la cuarta dimension, o sea, el tiempo, o sea, la capacidad de "viajar" en la cuarta dimension es una propiedad de la materia organizada, cuanto mas "inteligente(?)", mas profundamente viaja por la cuarta dimension.

[Mercader]
Quizás perdemos de vista los cambios conceptuales que ha tenido que sufrir la humanidad para llegar a comprender lo que ahora nos parece obvio.

Recuerdo haber leido hace mucho tiempo, que el quinto axioma de Euclides (ése que dice -más o menos- que si hay una línea y un punto exterior a ella dibujados en un mismo plano sólo es posible trazar una única paralela a la línea propuesta, que pase por el punto), fué discutido en su tiempo porque no parecía demasiado evidente a los ojos de los contemporáneos. Eso es algo que ahora nos parece increíble porque nuestra actual percepción del espacio se ha educado en la lógica visual euclideana. Parece que si se le enseña a un indio del Amazonas el dibujo de una perspectiva en la que las líneas paralelas se unen en un punto, en el horizonte, le cuesta bastante trabajo comprender que las líneas no se unen realmente y que todo es una convención de la representación gráfica. La idea de lejanía le es muy ajena, en un universo visual lleno de árboles cercanos, verticales, y donde quizás nunca ha visto la línea del horizonte.

Quizás, lo de entender la auténtica relación entre las velocidades de dos cuerpos que caen desde distinta altura está justo en el límite de la intuición de los individuos medios que no sean matemáticos de vocación. Por eso la gente normal sólo lo puede resolver con ayuda del cálculo.

Pero hay límites intuitivos para todos. No me creo que, incluso para un experto matemático, esté clara la noción espacial del universo de más de tres dimensiones. De acuerdo que, con ayuda del cálculo, se pueda operar con diez dimensiones pero no deja de ser una operación virtual realizada con herramientas artificiales, como una extensión de la capacidad lógica normal del cerebro humano. A lo mejor, ciertas personas entrenadas pueden pensar espacialmente en 'n' dimensiones pero hay que reconocer que no serían representativas del común de la especie.

También recuerdo haber leído que, en tiempos antiguos, no se solía tener el concepto de secuencia temporal que ahora nos es tan familiar. De ahí que veamos pinturas renacentistas que representan a Jesucristo rodeado de soldados romanos vestidos con uniformes del siglo XIV y errores semejantes.

Recuerdo haber ido, de pequeño, con mi abuela que era una mujer muy sencilla, a ver una película: "Sansón y Dalila" y en un momento en que Dalila, escondida y espiando a Sansón, hace un movimiento ambiguo, mi abuela con un peculiar concepto del devenir histórico, va y dice: "Mira: Le ha hecho una foto".

Creo que el tiempo, como parámetro manejable en los cálculos, no debió de tener demasiada importancia en tiempo de Euclides y compañía, mientras que ya eran enormemente precisos enunciando axiomas geométricos que han quedado como inconmovibles. Parece que tuvo que ser la música, la disciplina auxiliar que se ocupó de dividir el tiempo en fracciones utilizables para algo concreto. Antes, la hora Tertia o la hora Nona, o los grandes periodos temporales para la determinación del solsticio o la duración del año o el paso de tal planeta por el signo zodiacal no sé cuántos, eran las únicas medidas -que yo sepa- que se manejaban en fracciones no menores de una hora. Creo que la determinación bastante aproximada de la distancia de la tierra al sol, midiendo la sombra de palitos colocados verticalmente, ya era una hazaña pero no estimuló a la construcción de máquinas medidoras del tiempo más exactas que una clepsidra.

Parece definirse con ello la poca importancia que se daba a la medición del tiempo a efectos prácticos y, con ello, a una noción temporal de los acontecimientos. A lo mejor es que carecemos de la capacidad biológica para calcular el tiempo de forma precisa, fuera de los relojes internos que informan a nuestro organismo de que ya es hora de dormir. Y esto lo digo, cabreado, porque he advertido que mi reloj retrasa tres segundos al mes.

Saludos.